Consecuencias

 

  • "Llamar a las mujeres el sexo débil es una calumnia; es la injusticia del hombre hacia la mujer", Mahatma Gandhi.


Algunas de las consecuencias del machismo son que, en el campo de la comprensión de la sexualidad, ésta queda reducida al paradigma masculino, dejando de lado el modo de entender la sexualidad de la mujer. Esto se evidencia en la cultura, el ambiente, en el modo en cómo se educa a nuestros jóvenes, en la violencia física brutal, en una violación, y el continuo bombardeo hacia la mujer quien debe modificar su sensibilidad en el campo sexual para satisfacer a la masculina.

Dado que no hay una educación de las dinámicas masculinas a la luz de la sensibilidad femenina, el varón no madura, no comprende a la mujer, la deja sola e incomprendida y despreciada en lo más hondo de la intimidad femenina. El varón, al no entender a la mujer, se encierra en sí mismo y en la tribu machista. “Él tampoco se puede entender porque no ha logrado comprender a la mujer; y, por tanto, no madura, no se convierte en un verdadero hombre, sino en una caricatura machista», resalta.


La otra consecuencia es que el machismo y el feminismo acaban siendo lo mismo. El movimiento femenino ha conseguido poner a la mujer en un lugar activo, recuperando una parte de la igualdad que le pertenece, porque no es inferior y tiene la misma dignidad que el varón; sin embargo, sectores ideologizados que solo buscan el poder y no la verdad, aprovechan las reivindicaciones humanas legítimas y justas, no para profundizar la verdad y la justicia, sino para convertir este reclamo en un instrumento político de acceso al poder.



El machismo y el feminismo equivocado coinciden porque ninguno construye la verdad de lo que es amarse. Hay decenas de consecuencias que afectan la vida diaria y si se mejora la comprensión de la complementariedad entre el varón y mujer también mejoraría las relaciones laborales y sociales, pero, sobre todo, los vínculos íntimos.



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